evolución del abecedario o alfabeto
A la hora de realizar un estudio de la
escritura hay que distinguir entre la escritura fonológica y no fonológica. Una
escritura es fonológica cuando existe una relación clara entre los símbolos de
la lengua escrita y los sonidos de la lengua hablada. Una lengua no fonológica,
por el contrario, es cuando no existe esa relación.
Dentro de las formas de escritura no fonológica encontramos, como primera manifestación, la escritura mediante PICTOGRAMAS, que representan el sentido global de un enunciado mediante signos y dibujos, como por ejemplo, el dibujo de una estrella puede representar el cielo, a Dios, o la propia estrella. Dentro de esta escritura por pictogramas hay que destacar la escritura jeroglífica egipcia.
Una evolución posterior en el camino de la escritura lo constituyen los IDEOGRAMAS. En este caso los dibujos no representan enunciado global, sino que cada dibujo representa una sola palabra. Tanto en China como en Japón existen en la actualidad sistemas de escritura ideográfica.
Como una evolución posterior a partir de la escritura ideográfica aparecieron los sistemas silbaticos o SILABARIOS. Cada signo representaba una consonante, sin tener en cuenta las vocales. Más tarde se hizo necesaria la notación de las vocales, que se logró mediante diferentes mecanismos, como la asignación del valor vocálico a un signo consonántico ya existente. Un ejemplo lo constituye el alfabeto griego, que adoptó las grafías del alfabeto fenicio modificando en algunos casos el valor consonántico que tenían para asignarles un valor vocálico.
En torno al año 1.500 a.C. aparecieron los ALFABETOS, que son sistemas de escritura con pocos signos, con los que se pueden formar todas las palabras de un idioma. Los alfabetos cuentan con un número reducido de signos, que oscila entre veinte y treinta. El primer alfabeto conocido, en escritura cuneiforme, data del año 1.400 a.C. y fue encontrado en Siria. Este alfabeto sirvió de base para el posterior alfabeto fenicio. Éstos, hacia el año 1.400 a.C., desarrollaron un alfabeto compuesto por veintidós signos consonánticos que difundieron por todo el mediterráneo, y que es el origen de alfabetos posteriores, como el alfabeto hebreo, arameo y griego.
El alfabeto griego procede del fenicio pero con algunas modificaciones. Todos los alfabetos utilizados hoy en Europa proceden del alfabeto griego, que según narraciones míticas, fue introducido en Grecia hacia el siglo IX a.C. Consta de veinticuatro letras.
El alfabeto latino, por último, no procede directamente del alfabeto griego, sino del etrusco, que a su vez es una variante del griego. Consta de veintitrés letras. Los romanos difundieron este alfabeto latino junto con su lengua y su civilización. Con algunas modificaciones en la Edad Media, es el alfabeto que se utiliza hoy en casi todo el mundo.
Dentro de las formas de escritura no fonológica encontramos, como primera manifestación, la escritura mediante PICTOGRAMAS, que representan el sentido global de un enunciado mediante signos y dibujos, como por ejemplo, el dibujo de una estrella puede representar el cielo, a Dios, o la propia estrella. Dentro de esta escritura por pictogramas hay que destacar la escritura jeroglífica egipcia.
Una evolución posterior en el camino de la escritura lo constituyen los IDEOGRAMAS. En este caso los dibujos no representan enunciado global, sino que cada dibujo representa una sola palabra. Tanto en China como en Japón existen en la actualidad sistemas de escritura ideográfica.
Como una evolución posterior a partir de la escritura ideográfica aparecieron los sistemas silbaticos o SILABARIOS. Cada signo representaba una consonante, sin tener en cuenta las vocales. Más tarde se hizo necesaria la notación de las vocales, que se logró mediante diferentes mecanismos, como la asignación del valor vocálico a un signo consonántico ya existente. Un ejemplo lo constituye el alfabeto griego, que adoptó las grafías del alfabeto fenicio modificando en algunos casos el valor consonántico que tenían para asignarles un valor vocálico.
En torno al año 1.500 a.C. aparecieron los ALFABETOS, que son sistemas de escritura con pocos signos, con los que se pueden formar todas las palabras de un idioma. Los alfabetos cuentan con un número reducido de signos, que oscila entre veinte y treinta. El primer alfabeto conocido, en escritura cuneiforme, data del año 1.400 a.C. y fue encontrado en Siria. Este alfabeto sirvió de base para el posterior alfabeto fenicio. Éstos, hacia el año 1.400 a.C., desarrollaron un alfabeto compuesto por veintidós signos consonánticos que difundieron por todo el mediterráneo, y que es el origen de alfabetos posteriores, como el alfabeto hebreo, arameo y griego.
El alfabeto griego procede del fenicio pero con algunas modificaciones. Todos los alfabetos utilizados hoy en Europa proceden del alfabeto griego, que según narraciones míticas, fue introducido en Grecia hacia el siglo IX a.C. Consta de veinticuatro letras.
El alfabeto latino, por último, no procede directamente del alfabeto griego, sino del etrusco, que a su vez es una variante del griego. Consta de veintitrés letras. Los romanos difundieron este alfabeto latino junto con su lengua y su civilización. Con algunas modificaciones en la Edad Media, es el alfabeto que se utiliza hoy en casi todo el mundo.
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